Una mujer, identificada por las autoridades como María Alejandra Sánchez Puentes, de 24 años, murió en una clínica clandestina del norte de Bogotá, donde se realizaban procedimientos estéticos.
La joven, quien laboraba en una entidad bancaria, llegó al apartamento, ubicado en el barrio Mirandela (Suba), para practicarse una liposucción, por la que le habían cobrado un millón 200 mil pesos. Allí habría sufrido una embolia pulmonar, según información preliminar. (Lea también: ‘Impunidad, la otra tragedia por muertes tras cirugías plásticas’)
“La encontramos al interior del apartamento cuandos precisamente estaban realizando este tratamiento quirúrgico”, aseguró la coronel Yurian Romero, oficial de inspección de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Allegados a la víctima le contaron a EL TIEMPO que en el gimnasio que frecuentaba le habían hablado sobre esta supuesta clínica donde podía operarse; incluso, allí ya se había practicado dos procedimientos estéticos.
Ninguno de sus familiares y allegados, excepto su novio, sabían lo que quería hacer por cuenta de un “gordito que se quería quitar”, dijeron.
Tres personas que se encontraban en el sitio fueron detenidas por las autoridades y deberán responder por lo ocurrido.
Justo para esta misma época del año pasado Gladys Amparo Barbosa, otra mujer que también había decidido practicarse una liposucción y aumento de sus senos, falleció en una clínica que luego quedó en la mira de las autoridades.
No entendemos la decisión del juez”: Familiares de joven muerta en cirugía
Gran polémica genero la decisión de un juez de Bogotá que en la madrugada de este viernes dejó en libertad a las tres personas investigadas por la muerte de María Alejandra Sánchez, la joven que falleció la noche del martes tras realizarse un tratamiento estético en una clínica ‘clandestina’, como la catalogó la Fiscalía, ubicada en el barrio Mirandela de Suba.
El funcionario determinó que Aura María Tobón, conocida como ‘Laura Tobón’, la enfermera Geraldine Mahecha quien al parecer fue la encargada de inyectarle la anestesia que terminó con la vida de la joven, y el novio de Tobón, John Alexánder Clavijo, quien servía como ‘reclutador’, tal como lo expresó el ente acusador en audiencia, no representaban un peligro para la sociedad.
Los familiares de la joven de 25 años, que era estudiante de Administración de Empresas y trabajaba en una entidad bancaria del norte de la ciudad, expresaron que el togado durante la audiencia se preocupó más por la libertad de los capturados que por la muerte de María Alejandra.
“Dos días de audiencia y aún nos quedan muchos cuestionamientos. El juez se dedicó una hora a defender el derecho a la libertad de los tres detenidos y no el derecho a la vida que tenía mi hermana”, expresó Adriana Sánchez, hermana de la joven quien era oriunda de Neiva (Huila).
Sin embargo, según el juez, no existía suficiente material probatorio para enviar a los tres detenidos a prisión bajo el delito de homicidio culposo, ni falsedad de documento (a Tobón se le fue encontrada una cédula y un registro de cámara y comercio falsos). “No hay posibilidad de pedir medida de aseguramiento, por lo que se ordena la libertad inmediata”, dijo durante la diligencia judicial. Tobón, Mahecha y Clavijo seguirán vinculados al proceso.
¿CÓMO LLEGÓ A ESTE APARTAMENTO?
Todos los allegados a María Alejandra la recuerdan como una joven activa y llena de vida. Desde hacía varios años tenía una rutina de ejercicios la cual cumplía a cabalidad. Pero hace pocos meses ingresó a un prestigioso gimnasio del norte de Bogotá donde se encontró con Alexánder Clavijo quien era su preparador físico.
Aunque aparentemente la joven no necesitaba ningún tratamiento estético, la “presión del entrenador”, como lo dice la hermana, hizo que ella llegara hasta este lugar. “Él se aprovechó de la inocencia de María Alejandra. Empezó a decirle que conocía a alguien que realizaba procedimiento a muy bajo costo”, expresó.
El lugar a donde fue llevada la joven era pequeño apartamento en Suba, donde según se conoció, ingresaban 10 ó 12 jovencitas por día. Allí en un pequeño cuarto era donde se realizaban los tratamientos. Este lugar, según los familiares de la víctima, no contaba con la infraestructura ni con los requerimientos básicos de higiene. “Todo lo botaban a una bolsa de la basura común y corriente”.
Pero María Alejandra no prestó mucha atención a la apariencia del lugar y decidió realizarse el procedimiento ‘Suave Brisa’, como lo promocionaba ‘Tobón’ por las redes sociales y el cual prometía ‘bajar esos incómodos kilos de más’.
Sin embargo, la aplicación de la anestesia fue lo que terminó matando a María Alejandra, puesto que, al parecer, le aplicaron una dosis exagerada por lo que empezó a convulsionar y luego cayó en coma por varios minutos. Lo extraño de todo es que el cuerpo de la joven neivana quedó tendido en el piso, por lo que se presume que quisieron deshacerse de él.