Mientras las clínicas y los hospitales afirman que los “tumbaron”, pues solo se les reconoció el 14% de las acreencias presentadas, la liquidadora hace un llamado a la calma diciendo que es tan solo un informe preliminar.
Las deudas de Saludcoop pueden ser $2 billones, o seis billones más, dependiendo de a quién se le pregunte. Precisamente este es el nuevo punto de discordia por la liquidación de este grupo empresarial: hace una semana se publicó un reporte en el cual se reveló que tan solo se reconocieron $2 billones de los $8,6 billones de acreencias presentadas, los restantes $6,1 billones no los aceptaron.
Es decir, la liquidación de Saludcoop tomó la decisión de no reconocer, o glosar como se le conoce en la jerga del sistema de salud, cerca del 70 % de lo que los acreedores afirman que les deben. De hecho, uno de los grupos más perjudicados fueron las clínicas y hospitales (IPS), pues presentaron $4,4 billones en acreencias (deudas), pero inicialmente solo les aceptaron el 8 % ($391.047 millones).
En efecto, estas cuantiosas cifras dieron pie para que diferentes agrupaciones de IPS prendieran sus alarmas, ya que las deja en una incertidumbre financiera que corre el riesgo de trasladarse a la atención al usuario. De hecho, a más de 800 centros de salud les negaron el 100 % de las deudas reclamadas, acreencias que suman en conjunto más de $2 billones (tan solo en este caso).
Aunque para paliar la situación la liquidadora de Saludcoop, Ángela María Echeverry, afirmó que gran parte de las deudas presentadas por las IPS ($4,4 billones) pertenecía a la red hospitalaria de la misma Saludcoop (1,8 billones), las IPS siguen sin estar contentas: con este ajuste las deudas reconocidas para las clínicas y hospitales solo suben a 15 %.
“Nos sentimos tumbados, porque además de que se reconoció muy poco de las acreencias, sentimos que hay falta de seriedad en el proceso. En el 2016 el primer agente liquidador nos dio una cifra y llega un segundo y la cambia, entonces no sabemos de dónde sacan esas cuentas”, explicó el doctor Juan Edgar Marín, vocero de la alianza de IPS antioqueñas Somos 14 Más 1.
Haciendo un llamado a la calma, Echeverry aclaró que se trata de cuentas preliminares, ya que las IPS tendrán la oportunidad de presentar un recurso de reposición, en un plazo de 10 días después de ser notificadas, para presentar la documentación necesaria, con lo que se les podrían reconocer mayores montos. Respecto al caso de las más de 800 IPS a las que no se les reconoció nada, agregó que estas son glosas jurídicas y se podrían resolver si aclaran su situación.
Por esto el doctor Juan Carlos Giraldo, director general de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), cree que en este proceso hay esperanza, pues las partes podrán concertar y aclarar deudas glosadas que, como lo afirmaron varios médicos consultados, son absurdas.
Por lo general, el porcentaje de deudas no reconocidas a las IPS por parte de las EPS rodea el 15 %. Sin embargo, después de un proceso de concertación, el porcentaje que dejan de pagarles baja a 2 %. En cambio, en el caso de la liquidación de Saludcoop la cifra es cercana al 70 %.
Entre los puntos que generan confusión en estas cuentas está el período entre el inicio de la liquidación de Saludcoop y el traslado de usuarios a Cafesalud, un tiempo cercano a los cinco días que se convirtió en un limbo en las deudas de las IPS. Según explica Giraldo, muchos de los pacientes que fueron atendidos en esta transición generaron facturas cuyo doliente es ambiguo. Sin embargo, la liquidadora le afirmó a que las facturas generadas en estos días ya fueron consideradas en el informe de acreencias y calificadas con un trato preferencial, por lo que serán de las primeras que se pagarán.
Para entender mejor la dimensión del asunto, consultó el caso del Instituto Nacional de Cancerología (INC), entidad a la que Saludcoop sólo le reconoció el 15 % de las deudas: a pesar de que el INC le reclamó a la liquidación $11.803 millones, lo aceptado fueron $1.866 millones.
“Esto es una glosa temeraria, pues prácticamente quiere decir que 1 de cada 2 pacientes que se atienden no tiene pertinencia y el INC es una entidad muy rigurosa”, afirmó el doctor Juan José Pérez, subdirector administrativo y financiero del Instituto.
Lo que le preocupa, además, es que este modelo ha sido una constante en los procesos de liquidación. “Es un problema estructural de no pago”, comenta. En la última gran liquidación de una EPS que se hizo, Caprecom, al INC sólo se le reconoció el 23 % de la deuda reclamada.
¿Cafesalud podría verse afectada?
Dentro del sector salud se teme que la elevada cifra de deudas no reconocidas (70 %) genere tal nivel de descontento en las IPS y entre los proveedores, que trasladen sus temores a Cafesalud. Es decir, se tiene el miedo de que el hijo podría pagar los pecados del padre. Por esto, algunos personajes que han seguido de cerca la liquidación, como el abogado de los acreedores, Aníbal Rodríguez, advierten que algunas clínicas y hospitales, y también algunos proveedores de medicamentos, podrían dejar de prestarle sus servicios a Cafesalud.
Ante esta inquietud, habló con Rafael Luque, revisor fiscal de Epsifarma, uno de los principales proveedores de medicamentos de Cafesalud: “Por nuestro lado estamos tranquilos pues, aunque en el reporte de la liquidación de Saludcoop nos glosaron casi el 50 %, quedamos en una buena posición en cuanto a orden de pagos: nos pagarían primero que a la Procuraduría. De manera que creemos que hay buenas posibilidades de concertar las deudas que no fueron reconocidas. Asimismo, no tenemos razones de dejar de prestarle servicios a Cafesalud pues, por un lado, es un contrato diferente, y por el otro, las cuentas con esta EPS van al día”.
Igualmente, los representantes de las clínicas y los hospitales consultadas por este diario afirmaron que ante todo tienen la obligación de atender a todos los usuarios, así, paradójicamente, los aseguradores no siempre les paguen por estos servicios. No obstante, les preocupa que los vacíos financieros que les pueden dejar estas grandes glosas se traduzcan en menos inversión en infraestructura o tecnología médica debido al recorte que tendrían que hacer en los presupuestos.
“Aunque la discusión es de plata, lo importante para nosotros es garantizar un servicio excelente a los pacientes y si no hay flujo de caja esto afecta a nuestros usuarios”, concluye el doctor Pérez, del INC.
Mientras tanto, avanza la venta de Cafesalud. Un proceso que sigue esperando las ofertas de los aspirantes a quedarse con un fragmento de la EPS. Tienen hasta el 21 de abril para presentar su propuesta, solo entonces se sabrá cuánto plata habría para pagar las billonarias deudas de Saludcoop.