Un documento de la Organización Mundial de la Salud concluye que estos gravámenes contribuyen a la reducción de la obesidad, la diabetes y la caries.
Bogotá, 11 de octubre de 2016.- Los impuestos a las bebidas azucaradas pueden reducir el consumo de estos alimentos y, por esta vía, la obesidad, la diabetes tipo 2 y la caries.
Esa es la conclusión de la Organización Mundial de la Salud en el documento Políticas fiscales para la dieta y la prevención de enfermedades no trasmisibles, en el que se plantea que las políticas fiscales que buscan un incremento del 20% en el precio de venta de las bebidas azucaradas podrían traducirse en reducciones proporcionales en el consumo de estos productos.
El comunicado emitido por la organización señala que la reducción del consumo de bebidas azucaradas significa una mejor nutrición y una menor ingesta de azúcares libres y calorías.
Los azúcares libres son los monosacáridos (glucosa y fructosa), los disacáridos (sacarosa o el azúcar de mesa) que productores, cocineros o consumidores agregan a las comidas y las bebidas, así como los azúcares presentes de manera natural en la miel, los jarabes, los jugos de fruta y los concentrados de fruta.
“Si los gobiernos gravan productos como las bebidas azucaradas, pueden reducir los padecimientos y salvar vidas –comentó en la página web de la organización Douglas Bettcher, director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS–. También pueden reducir los costos de la salud y aumentar ingresos para invertir en servicios de salud”.
Los expertos de la OMS afirman que, desde un punto de vista nutricional, la gente no necesita azúcar en su dieta, y plantean que si se consume no debe ser superior al 10% del total de las necesidades energéticas.
El reporte plantea asimismo que las bebidas y las comidas altas en azúcares libres pueden ser la mayor fuente de calorías innecesarias en la dieta de las personas, particularmente en el caso de los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes.
También resalta que las personas que viven en países de bajos ingresos, las personas jóvenes y los consumidores habituales de estos alimentos responden de mejor manera a los cambios en los precios de estas bebidas y, consecuentemente, pueden ser los mayores beneficiarios en términos de salud.
Evidencia recogida por el reporte señala que el apoyo público a estos impuestos puede incrementarse si los ingresos que generan son destinados para la mejora de los sistemas de salud, a estimular dietas saludables y a incrementar la actividad física.
Algunas cifras de la OMS
• En 2014, el 39% de los adultos en el mundo tenían sobrepeso.
• Entre 1980 y 2014, la obesidad en el mundo se duplicó.
• Más de 1.500 millones de adultos en el mundo son obesos.
• El número de personas con diabetes en el mundo aumentó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014.