Pese a que la crisis financiera que golpea a las entidades de salud públicas del país da señales de mejoría, según los últimos balances realizados por el Gobierno Nacional, voceros del gremio de los hospitales advierten de importantes entidades que siguen en problemas.
El último informe que reveló el Ministerio de Salud refleja que las instituciones que tenían un riesgo financiero de consideración, medio o alto, fueron 245 hasta el pasado mayo frente a 568 que hubo en el mismo período del año anterior, esto, en las 953 entidades que hay en todo el país.
El viceministro de Salud Pública, Fernando Ruiz, le dijo a EL TIEMPO que la situación presenta una mejora sustancial, y “por primera vez en muchos años” más del 50 por ciento de los hospitales públicos del país no presentan riesgo financiero. “Los mejores resultados se asocian al mejoramiento del flujo de recursos, como el giro directo sin pasar por las EPS, el saneamiento de cartera mediante uso de fondos acumulados por las entidades territoriales en cuentas maestras durante varias vigencias, la implementación del Programa de Saneamiento Fiscal y Financiero que indujo mecanismos de disciplina fiscal, saneamiento de pasivos, fortalecimiento de ingresos con inversiones en infraestructura y dotación, así como medidas de reorganización administrativa”, aseguró Ruiz.
El viceministro destacó que son notables los casos de hospitales públicos de excelente salud financiera y servicios de alta calidad, entre los que están el General de Medellín, el Departamental de Nariño, el Civil de Ipiales, el San Jorge de Pereira, el Erasmo Meoz de Cúcuta, el Hospital de Sevilla y el San Antonio de Pitalito.
“La diferencia en estos hospitales es una buena gerencia (…) Al disponer de recursos limitados, es necesario privilegiar el servicio y la racionalidad en el gasto”, puntualizó.
Para el viceministro, estos resultados permiten tener un “moderado optimismo”.
Si bien los indicadores empiezan a mejorar este año, desde los hospitales también hay voces que advierten de los problemas que persisten en importantes entidades.
Olga Lucía Zuluaga, directora de la Asociación Colombiana de Empresas sociales del Estado y hospitales públicos (Acesi), dice que los atrasos en los pagos a personal médico y a los proveedores de insumos, por falta de liquidez financiera, están llevando a que se agudicen los problemas en prestación de servicios.
La líder subrayó que en promedio los hospitales de mediana y alta complejidad vienen recibiendo el 30 por ciento de los recursos que deberían recibir por facturación con las EPS.
“Hay una afectación en general de los servicios. Citas que antes estaban en tres o cuatro días, ahora salen en tres o cuatro meses”, aseguró.
En el Hospital Universitario del Valle (HUV), en Cali, el retraso en al menos 30 cirugías da cuenta de cómo se vienen agudizando los síntomas de una crisis financiera que no afloja a pesar de los esfuerzos por sacarlo adelante.
La sala de urgencias, en remodelación, con capacidad para 40 personas y máximo 50, alberga un promedio de 120 pacientes.
El colapso de este servicio llegó tras el puente festivo pasado, cuando 250 personas acudieron en busca de atención al HUV.
El diputado Ramiro Rivera, presidente de la Comisión de servicios públicos y seguridad social de la Asamblea del Valle, dice que la situación es tan difícil, que hace apenas dos meses se denunció que algunos pacientes se bañaban con manguera al lado de fallecidos ante la falta de ducha.
El director general del HUV, Jaime Rubiano, no desconoce los problemas. “Las deudas corrientes en este momento están en 68.000 millones de pesos. Eso hace que no podamos pagar a tiempo a todos los trabajadores. Afortunadamente no nos faltan insumos y no hemos cerrado servicios” agregó.
En La Guajira, la situación financiera del Hospital San José de Maicao, el de mejor infraestructura del departamento, obligó a que en mayo el centro asistencial le suspendiera los contratos a 32 médicos especialistas, por lo que la entidad quedó funcionando como un puesto de salud un par de días.
Aunque la entidad logró rehabilitar los servicios, hay médicos que aseguran que aún hay atrasos en los salarios que van desde los 6 hasta los 18 meses.
Otro de los centros asistenciales de la Costa Caribe que pasa por una situación difícil es el hospital San Jerónimo de Montería, que hace unas semanas se quedó sin enfermeras por un día y 70 profesionales paralizaron sus labores porque no reciben el salario desde diciembre.
“No hay insumos y no hay equipos para atender a los pacientes como se merecen y no de una manera mediocre como se está haciendo”, dijo un médico que atiende en la sala de obstetricia, quien prefirió no revelar su nombre por temor a posibles retaliaciones.
La cartera del San Jerónimo asciende a los 55.000 millones de pesos que le adeudan las EPS. La deuda de más de cinco años es casi que insalvable, debido a que los reclamos del hospital para que las EPS cancelen sus obligaciones no han tenido resultados positivos.
Ministro valora la buena gestión
En medio de la presentación del estado de los hospitales, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, cuestionó que los problemas de sostenibilidad se deban a la crisis financiera del sistema. “No puede ser el sistema la única explicación, porque tenemos el mismo sistema y resultados heterogéneos. Hay hospitales operando en las mismas regiones, con las mismas condiciones, con las mismas EPS, con los mismos problemas, y unos están bien y otros no lo están”, aseguró.
Gaviria dijo además que si bien hay políticas del Gobierno que explican unos resultados positivos, también había que destacar la gestión de quienes están al frente de los centros asistenciales.
“Un buen gerente del hospital que trabaje coordinadamente con la entidad territorial, con una articulación entre el municipio y la Empresa Social del Estado, o entre el departamento y esta, es fundamental”, dijo.
Y añadió: “Los resultados más adversos lo tenemos muchas veces cuando no existe entendimiento entre la entidad territorial y la gerencia de la institución hospitalaria”.