Las nanopartículas de oro, que fueron inhaladas por un grupo de voluntarios, se encontraron en el torrente sanguíneo y la orina, incluso después de tres meses de hacerse el experimento.
Partículas diminutas, como aquellas que son producidas por la quema masiva de combustibles fósiles, pueden pasar a través de los pulmones, llegar al torrente sanguíneo y dañar diferentes órganos del cuerpo, según un polémico experimento realizado en Inglaterra.
Ya se sabe que la contaminación del aire está directamente relacionada con enfermedades del corazón, respiratorias, accidentes cerebrovasculares e incluso el cáncer de pulmón. Sin embargo, no se sabía con exactitud si era posible que las partículas más pequeñas pudieran llegar hasta el torrente sanguíneo.
Para averiguarlo, un grupo de investigadores puso a prueba a 14 voluntarios sanos y 12 pacientes quirúrgicos, quienes inhalaron partículas de oro. Tan solo 15 minutos después, y durante los tres meses siguientes, los participantes tenían nanopartículas en la sangre y la orina. Los niveles fueron mayores tras la inhalación de partículas de cinco nanómetros en comparación con las partículas de 30 nanómetros.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 cerca de siete millones de personas murieron como consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica. La mayoría de defunciones prematuras se producen en países de ingresos bajos y medianos.
El profesor Jeremy Pearson, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón (BHF), quien financió el estudio, considera que los resultados son un jalón de orejas para los gobiernos, que no han tomado las suficientes medidas para reducir la contaminación del aire.
“No hay duda de que la contaminación del aire es un asesino, y este estudio nos lleva un paso más cerca de resolver el misterio de cómo la contaminación del aire daña nuestra salud cardiovascular”, dice Pearson. “Se necesitan más investigaciones para determinar el mecanismo y consolidar la evidencia, pero estos resultados enfatizan que debemos hacer más para evitar que las personas mueran innecesariamente de las enfermedades del corazón causadas por la contaminación del aire. El gobierno debe poner en marcha todas las medidas necesarias para proteger a la población del daño”, le dijo al diario Independent.
Sin embargo, el profesor Peter Dobson, de la Universidad de Oxford, le dijo al medio inglés que el estudio era de mínima relevancia para el mundo real y los niveles de contaminación del aire. También criticó el uso de nanopartículas de oro en seres humanos, diciendo que esto era “muy arriesgado porque son citotóxicas”.
Lo que sí consideran los expertos es que se necesitan medidas urgentes para reducir los niveles de contaminación del aire y el calentamiento global. En las semanas previas al acuerdo contra el cambio climático en París, el Gobierno británico anunció su intención de eliminar paulatinamente el carbón hasta 2025. Las centrales de carbón han ido cerrando mientras la energía solar y eólica se han ido fortaleciendo por todo el país.
El viernes pasado, por ejemplo, el Reino Unido celebró un momento histórico: por primera vez desde la Revolución Industrial se vivió un día entero sin quemar carbón para generar electricidad. Las plantas de gas suministraban el 47% de la electricidad del país; las centrales nucleares y las turbinas eólicas, el 18% cada una; los paneles solares, el 10%, y el 6% procedía de la biomasa.
“El primer día sin carbón en Reino Unido desde la Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la transición energética”, declaró Hannah Martin, de Greenpeace Reino Unido. “Hace solo una década, un día sin carbón habría sido inimaginable, y en diez años más nuestro sistema energético se habrá transformado radicalmente de nuevo”.